Sunday, September 12, 2004

Zona del cerebro que crea los sueños

Encontré una nota muy interesante sobre los sueños, tema que me interesará muchísimo, en el diario Clarín del 12/09/2004.
http://old.clarin.com/diario/2004/09/12/sociedad/s-830030.htm


Hallazgo de científicos suizos y británicos

DETECTAN CUÁL ES LA ZONA DEL CEREBRO QUE CREA LOS SUEÑOS

Está vinculada a la región de la percepción de rostros y paisajes, y de la memoria visual.

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Alejandra Toronchik.
atoronchik@clarin.com

Privado, casi inasible, el acto de soñar estaría a punto de mostrar sus secretos al mundo. Así lo cree el doctor Claudio Bassetti, director de un equipo de investigadores británicos y suizos de la Universidad Hospital de Zurich, que localizaron cuál es la parte del cerebro encargada de crear los sueños. En un paper publicado el viernes en los Anales del Instituto de Neurología Británica, Bassetti afirma que los sueños no tienen tienen su origen en viajes astrales, premoniciones o visitas al más allá, sino en las muy concretas profundidades de la zona posterior del cerebro.

El descubrimiento se produjo mientras el equipo trataba a una mujer que, luego de un ataque cerebral, dejó de soñar, además de padecer una ceguera pasajera. Para entender mejor su afección, los científicos monitorearon sus ondas cerebrales mientras dormía, para localizar qué partes del cerebro habían sido afectadas. La investigación los condujo hacia el lóbulo occipital y el tálamo posterolateral derecho, dos zonas que intervienen en la percepción normal de de rostros y paisajes, pero también en procesos emocionales y de memoria visual, afirmaron.

A pesar de la importancia de su descubrimiento, Bassetti reconoció que "aún no sabemos cómo se generan los sueños o para qué propósitos fisiológicos sirven. Pero estos resultados describen por primera vez cómo una lesión produce la pérdida del sueño en ausencia de otros déficits neurológicos".

La incapacidad de soñar luego de algún daño cerebral ya había sido estudiada en 1880 por los neurólogos Jean-Martin Charcot (quien trabajó junto a Sigmund Freud) y Hermann Wilbrand, conociéndose desde entonces como el síndrome de Charcot-Wilbrand. Sin embargo, esta vez los científicos descubrieron un detalle novedoso. Es que, pese a no soñar, la paciente siguió produciendo el típico parpadeo conocido como Movimiento Rápido de Ojos (REM), que tiene lugar en el momento en que las personas sueñan.

Ese dato resultó de enorme importancia, ya que hasta hoy se suponía que el REM era un indicador directo e inseparable de la producción onírica. Ahora, los científicos entienden que se trata de dos procesos neurológicos generados por distintas partes del cerebro. La paciente tiene 73 años y asegura que antes del accidente cerebral soñaba por lo menos unas tres y cuatro veces por semana. Ahora, dijo, ha vuelto a soñar sólo de vez en cuando, y sus sueños perdieron el caracter intenso y vívido que solían tener.

El doctor Bassetti admite que es muy difícil establecer si es que la mujer ha dejado de soñar, o es que simplemente ha perdido la capacidad de recordar sus sueños. De hecho, los investigadores hicieron la prueba de despertarla durante los momentos de REM, ya que así los recuerdos del sueño resultan especialmente vívidos. Sin embargo, ella no logró recordar nada.

Si, como afirmaba Calderón de la Barca, la vida es sueño y los sueños sueños son, entonces los caminos entre un estado y otro no deberían ser tan tortuosos. Lo que es seguro es que, lejos de toda especulación filosófica, el descubrimiento traerá pingües aportes a la ya millonaria industria farmacológica mundial.


Carne de psicoanálisis

Los científicos modernos han considerado el sueño como una función primordialmente biológica que, como otras áreas de la conducta humana, está organizada por diversas zonas cerebrales que trabajan de manera conjunta, proveyendo la cuota de descanso imprescindible para las personas. El proceso de dormir es jalonado por momentos de producción onírica, que se evidencian exteriormente a través de rápidos movimientos oculares (REM) que produce la persona al soñar.

Sigmund Freud fue uno de los primeros científicos occidentales contemporáneos en llamar la atención sobre las funciones que el sueño presta al equilibrio emocional. No sólo porque destacó hasta qué punto expresan los deseos inconscientes de los seres humanos, sino también porque —según él— ayudan a metabolizar las impresiones y emociones vividas a lo largo del día que la mente no logra "digerir" por sí sola. Esto sucede porque muchas de las cosas que suceden en la vigilia reavivan, según el médico vienés, situaciones irresolutas del pasado y de la infancia. Así, al asociarlas de algún modo con antiguos conflictos, el sueño proveería de imágenes creadas para resolver internamente angustias y ansiedades varias. Más allá de que el contenido de los sueños sea recordado o no (algo que depende más de la autocensura o libertad con que cada uno tome las manifestaciones inconscientes), la falta de sueño produce efectos nocivos sobre la salud física y emocional de las personas


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