Los estrenos de la semana
Probable, seguramente, no habrá sido la intención de sus artistas responsables, no, al menos, por la forma en que lo consiguieron. Pero Hotel-Hotel, de Ofelia Escasany, viene a ser algo así como un antídoto contra la melancolía, un vehículo para recuperar el valor desintoxicante y en la complicidad de una sala, de abundantes carcajadas. No, no se trata de una comedia cómica o, al menos, no lo es deliberadamente. En la ficción, es la odisea de Clara, inicialmente una niña que toca el piano en una fiesta familiar. Más tarde será una adolescente a la que un torpe joven quiere violar, pero no lo consigue y para peor le destroza el vestido. Y, después, una adulta que parece haber fracasado en una relación de pareja con un inútil que se supone la arruina economicamente. No será para tanto o quizás la pobreza sea una cuestión de proporciones. A Clara le queda una residencia espectacular con vista a los veleros y al río marrón. La mansión es reestructurada y redecorada para convertirla en el hotel del título. Que, además de recibir a visitantes surtidos, alberga también al grupo de terapia de Clara. Una lógica necesidad considerando todo lo que le pasó.Así, mientras los ocasionales huéspedes disfrutan del sol, las viandas y la exquisita platería, Clara y los otros atienden el tratamiento de un psicoanalista que, por su voz pausada, por el hablar lento, garantiza alguna forma de calma.Si no los cura, seguro que los duerme.Todo transmitiendo lo que la información califica de filosofía y vaya uno a saber cuál es. Pero la esperanza es necesaria para estos seres en burguesa deriva, que incluyen diversos especímes, A saber: a un iracundo propicio al estallido, varios irresolutos y una señora o señorita (tanto da) que hilando muy fino podría ser una imagen apenas encubierta de la Argentina en crisis.Disemina su dinero en los lugares más insólitos y luego lo unifica en una alcancía de cerámica o porcelana. Que, cuando se le cae, provoca una de las líneas más llamativas que hayan impactado en cinematografía alguna . Ya que mirando a sus amigos y a la cámara, grita: "¡Me rompieron el chanchito!"Un momento para la reflexión final: la frase podría tener varias lecturas, pero la discreción y la caballerosidad impiden penetrar en la materia. ¿Quizás un grito de batalla para Nito Artaza?No, ésto no es serio. Pero tampoco la película.
"Lisboa"
El viajero llega al hotel céntrico de la Argentina un 31 de diciembre, fecha que determina que casi no haya otros huéspedes. Por lo cual le dan la que califican como la mejor habitación, pero queda en el quinto piso y el ascensor no funciona. Así que con la ayuda del botones asciende trabajosa y sudorosamente. Si eso es lo mejor...El personaje se llama Gustavo Vasconsel y el viejo hotel es la sede elegida para que el hombre reciba a Victoria, la hija radicada en un pueblito de la provincia de Buenos Aires y a quien hace 27 años que no ve, desde que emigró a la Lisboa del título donde posee un pequeño canal de cable. Contrasentidos y situaciones extremas son la esencia del filme cuyo coguionista, junto con el director Néstor Lescovich, es Sebastián Toro. La apuesta dramática —esencialmente una historia de dos— es alta, arriesgada y engañosa. Porque lo que se pensaba —al menos por parte de Gustavo— como una oportunidad para recuperar el tiempo y los afectos perdidos, se convierte en reproches y la amargura de malos recuerdos y en las recriminaciones por el abandono. Pero también en más de una insinuación de Victoria para irse a vivir a Portugal con el padre, una sugerencia que éste en ocasiones posterga y en otras rechaza abiertamente. Ese clima de asperezas y contradicciones, de sentimientos que no son claros para los involucrados, tampoco lo son para el espectador. Que no terminará de involucrarse con estas criaturas de ficción en un filme que, por ello, no genera la complicidad necesaria entre pantalla y platea. Belén Blanco luce bonita y atormentada, y Carlos Moreno muestra el aplomo derivado del oficio. Pero el marco que rodea a sus interpretaciones no les permite hacer demasiado: Lisboa resulta, en más de un sentido, un destino remoto y poco atrayente. Y la cita de Fernando Pessoa que se incluye en torno a la realidad y a la ilusión no agrega nada en este contexto.
Jude Law y Susan Sarandon son los protagonistas de esta nueva versión que a fines de los ´60 hizo famoso al actor Michael Caine. Alfie continuará con sus conquistas amorosas, pero esta vez su director Charles Shyer intenta extraerle un sentido moralizante al asunto. "Nuestro Alfie moderno -consideró- comienza a comprender que la persona a quien más lastima con su donjuanismo indiferente es a sí mismo".
Hedonista y narcisista, mujeriego sin compromiso, Alfie es un ser extraño, casi un alienígena en Manhattan. Chofer de limusinas, así consigue esposas aburridas de sus maridos, empresarias exitosas, modelos neuróticas con quienes gozar. Alfie tiene su corazón metido muy metido adentro, tanto que cuando se lo descubra se quedará con la boca abierta.Es muy probable que el mayor público potencial de Alfie ni esté enterado de que se trata de una remake. La original de 1966, tenía a otro británico (Michael Caine) jactándose de sus conquistas amorosas. El Alfie que compone, con igual desparpajo pero muchas más ternura y humanidad Jude Law, corre el riesgo de perder a la única mujer que realmente le importa, una soltera con hijo (Marisa Tomei).Lo que hace 38 años podía parecer provocador —un aborto, producto del sexo de una noche— hoy pasa tamizado por la posición de la mujer tras la revolución femenina. Algunos personajes parecían necesitados de Alfie; ahora son independientes. Y es precisamente esa simbiosis que provoca el protagonista lo que logrará que las espectadoras se sientan atraídas hacia él.Por ejemplo, Alfie no debería coquetear con la ex de su mejor amigo, justo cuando éste quiere reconquistarla ("Clásico: ahora que no la puede tener, vive loco por ella"), pero no conoce límites. Tan seguro de sí va por la vida que cuando una amante (Susan Sarandon) lo deja, a su pregunta "¿Qué tiene él que no tenga yo?", con la respuesta Es más joven se le caerá todo.Pero si el sabor que deja Alfie es agridulce, no escapa que tiene brillantes momentos de comedia. Y en eso un actor como Law (Regreso a Cold Mountain, Inteligencia artificial) arrasa con todo. Es un actor completo, versátil, entrador, con carisma y con sex appeal, lo que precisaba Alfie.A manera de verdades reveladoras, el director Charles Shyer (la remake de El padre de la novia, con Steve Martin) le hace decir cosas como "los sentimientos reaparecen cuando menos los esperas", o recibir bofetadas tipo "nunca quisiste lastimarme, pero lo hiciste", y sigue como si tal cosa. O no.Para nivelar las cosas, también está el personaje que encarna la sabiduría, un viejito que conoce Alfie mientras se hace un control en el pene: "Encuentra alguien que ames y disfruta cada día como si fuera el último".Al comenzar la proyección, Alfie, que no se involucra emocionalmente, ofrece un manifiesto de lo que es su vida: ¿cómo uno puede circunscribirse a una sola persona, con tanta variedad de mujeres? La respuesta, en el final de la película.
NOTA: Banda de sonido excelente. Interpretada por Mick Jagger junto al ex-Eurythmics Dave Stewart. Jagger también produce una ampulosa versión del tema Alfie, cantado por Joss Stone.
"El misterio Galíndez"
Se adentra en el caso no resuelto de Jesús de Galíndez, abogado y militante vasco, que tras el triunfo de Franco en la Guerra Civil se exilió en Centroamérica y llevó una existencia aventurera hasta su secuestro y posterior desaparición en 1956. El director madrileño Gerardo Herrero se apoyó en la novela de Manuel Vázquez Montalbán "Galíndez" para contar esta historia y además, convocó a un elenco internacional.
Ficha - El misterio Galíndez
Género: Drama
Título Original (ESP/GBR/CUBA/PORTUGAL/FRA, 2002)
Duración: 126 MIN SAM 13
Dirección: GERARDO HERRERO
Interpretes: SAFFRON BURROWS, HARVEY KEITEL
Crítica Clarín: BUENA
Crítica La Nación: BUENA
La búsqueda de resolver un misterio que no parece interesar a nadie resulta una tarea más ardua de lo pensado para Muriel (Safron Burrows), una joven universitaria norteamericana que, escribiendo una tesis sobre la "ética de la resistencia", intenta investigar el extraño paradero de un político nacionalista vasco, Jesús Galíndez, que vivió entre los Estados Unidos y la Repoública Dominicana en los tiempos de la dictadura de Trujillo, y que desapareció misteriosamente en Nueva York, en 1956, sin dejar rastros por ningún lado.El desinterés general por la suerte de Galíndez —todos a los que consulta en España se desentienden de su suerte— empieza a cambiar cuando aparece en escena Robards (Harvey Keitel), un hombre de los servicios secretos norteamericanos que se entera de que Muriel está haciendo "averiguaciones" y hace lo imposible para que la chica abandone su búsqueda. Pero ella, contra todo, persiste. Y se va a Dominicana, donde comenzará a enterarse de ciertas cosas.Paralelamente, el filme del director y productor Gerardo Herrero (de quien en breve se estrena El lugar dónde estuvo el paraíso) cuenta, en flashback, la suerte de Galíndez (Eduard Fernández), que es apresado en Nueva York (donde era representante del País Vasco en el exilio) y es llevado a Santo Domingo y torturado por escribir un libro contra Trujillo. En el tiempo presente (en realidad, según la novela de Manuel Vázquez Montalbaán, es a finales de los 80), los antiguos colaboradores del régimen empiezan a confundir y a manipular a la algo inocente Muriel, y el filme avanza observando las dificultades con que Galíndez (antes), y Muriel (ahora), se topan por intentar meter las narices donde no deben, y ventilar los secretos de corrupción de ciertos regímenes militares latinoamericanos.Herrero filma esta historia con una corrección dramática que no acarrea demasiadas sorpresas ya que —latinoamericanos al fin— podemos suponer que pasó con Galíndez y lo difícil que lo tiene Muriel. Pero, a la vez, el director no cae en obviedades innecesarias, y la película nunca entra en el terreno de la "mirada europea sobre una república bananera" que ha hecho estragos en otros filmes con similares intenciones y temáticas.Keitel no parece poner demasiada energía en su estereotipado rol de malvado agente de la CIA, lo que sí hacen la intensa Burrows, y Fernández, como el malogrado Galíndez. Un papel pequeño pero importante tiene Guillermo Toledo, un actor de enorme crecimiento en España en los últimos años (Días de fútbol; lo nuevo de Alex de la Iglesia, Crímen ferpecto), que encarna al confundido y preocupado novio español de Muriel.
"Misteriosa obsesión"
Una mujer atormentada por el recuerdo de la muerte de su pequeño hijo es el centro del argumento. Mientras Telly, (interpretada por Julianne Moore) intenta elaborar el duelo y tramita la separación de su marido, es informada por su psiquiatra de que sufre delirios y de que su hijo en realidad nunca existió. Impactada tras la noticia, trata de hallar evidencias de la existencia del chico, pero todo ha desaparecido.
Ficha - Misteriosa obsesión
Género: suspenso
Título Original: "THE FORGOTTEN" (EE.UU., 2004)
Duración: 90 MIN, SAM13
Dirección: JOSEPH RUBEN
Interpretes: JULIANNE MOORE, GARY SINISE, ALFRE WOODARD
Crítica Clarín: REGULAR
Crítica La Nación: BUENA
"Separaciones"
La búsqueda del amor es el eje narrativo. Este film enfoca las distintas etapas del final de una pareja -negación, negociación, rebelión y aceptación- tras veinte años de unión matrimonial. El brasileño Domingos de Oliveira estuvo a cargo de la dirección de esta producción que fue premiada en el festival de Mar del Plata de 2003.
Ficha - Separaciones
Género: Comedia
Título Original: "SEPARAOES" (BRASIL, 2002)
Duración: 116 MIN SAM 16
Dirección: DOMINGOS OLIVEIRA
Interpretes: DOMINGOS OLIVEIRA, PRISCILLA ROZEMBAUM, MARIA RIBEIRO
Crítica Clarín: BUENA
Crítica La Nación: BUENA
Crítica Página 12: 5
Se centra en los amores y desamores de un grupo de artistas cariocas, retrata una situación que estamos acostumbrados a ver en el cine, pero casi nunca en el del país vecino. Es una historia sobre un grupo de artistas e intelectuales, y las idas, vueltas y complicaciones de sus vidas amorosas, que tiene similitudes temáticas con el de Woody Allen, y reminiscencias del italiano Nanni Moretti (en lo formal y en su carácter de relato "en primera persona"), con el propio Oliveira interpretando el papel principal. Oliveira (Cabral, en la ficción) es un director cuya vida amorosa se complica cuando, con su mujer Glorinha (Priscilla Rozembaum, su mujer en la vida real), deciden separarse por un tiempo. El, que predica su imposibilidad de ser fiel eternamente y va por su quinta esposa, parece el más convencido. Ella, en cambio, no lo está. Pero pronto la cuestión se dará vuelta, y cuando él se de cuenta que no puede vivir sin Glorinha, ella estará arrojada en los brazos de otro hombre (un arquitecto) y sin ninguna intención de volver con el cada vez más patético y desesperado Cabral. No es la única historia de infidelidades y triángulos amorosos que se desarrollan en Leblon, un barrio acomodado de Rio de Janeiro. El director de una puesta teatral de la que Glorinha es asistente anda con dos mujeres a la vez, y una de ellas lo deja para estar con... Cabral. El círculo woodyallenesco se completa con la hija de Cabral, quien también vive con novio y amante incluido, y luego se enreda con uno de los miembros del grupo. En sus mejores momentos, Separaciones resulta una comedia ácida, inteligente, con algunos recursos narrativos originales (voces en off, monólogos a cámara, cruces de ficción y documental) y una mirada neurótica sobre las relaciones amorosas que resulta algo inesperada para una película carioca. Pero el filme, por momentos, se torna reiterativo en su obsesión por cubrir todas las bases del tema, hasta agotarlo. Su largo metraje, algunos excesos actorales, y un montaje que abusa de televisivos cortes y fundidos encadenados atenta contra los logros de una película que, de otro modo, podría convencernos de que, a fin de cuentas, somos más parecidos a los brasileños de lo que suponíamos.
"La séptima víctima"
La película de terror comienza cuando una familia se instala en una casa que acaba de recibir como herencia. Poco después de la mudanza, empiezan a manifestarse horribles imágenes y espectros relacionados con una tragedia ocurrida 40 años atrás y que vuelven la vida hogareña una pesadilla.
Género: Terror
Título Original: "DARKNESS" (ESPAÑA, EE.UU., 2002)
Duración: 102 MIN, SAM 16
Director: JAUME BALAGUERO
Interpretes: ANNA PAQUIN, LENA OLIN, IAIN GLEN, GIANCARLO GIANNINI
Crítica Clarín: BUENA
Crítica La Nación: REGULAR